Los andaluces cumplieron con nota ante un flojo rival, volviendo a sumar tres necesarios puntos tras la debacle de Córdoba
El Granada regresa a la senda de la victoria. Tras cuatro jornadas consecutivas sin saborear tres puntos de un bocado, los rojiblancos aprovecharon la presencia de un débil Racing de Ferrol en Los Cármenes para resarcirse de sus males. Tras la goleada recibida en Córdoba el pasado domingo, urgía para los rojiblancos volver a vencer para evitar descolgarse de la parte alta de la tabla con tanta antelación. Los rojiblancos, exceptuando el inicio de partido, cumplieron con nota en el partido de hoy. Los goles de Lama (que terminó el duelo con aparentes molestias físicas), Rubén Sánchez y Tsitaishvili protagonizaron la noche en la ciudad de la Alhambra.
El ambiente, como era de esperar, volvió a ser el de principio de temporada. Cuando el Granada salió a calentar, se fundieron los pitos con algunos aplausos. Los cánticos de «directiva, dimisión» regresaron a Los Cármenes. No se salvó tampoco Escribá, abucheado al mencionarse su nombre en la megafonía. Para colmo, la lluvia y el frío granadino propiciaron que muchos asientos se quedaran vacíos, con mucha gente refugiándose del agua debajo de las gradas superiores. En la antesala del encuentro, un juego de luces, animó relativamente el ambiente, mientras que se guardó un merecido minuto de silencio en honor al recientemente fallecido Nico Hidalgo.
En el comienzo del encuentro, el Granada se mostró excesivamente nervioso en varias jugadas. Los nazaríes arriesgaron demasiado en varias jugadas de salida de balón. Mostraron problemas para tener el balón en el comienzo de partido, mientras que el Racing de Ferrol llevaba la iniciativa. Por momentos, la imprecisión y el bajo ritmo de juego sacó de quicio a la afición. No obstante, cerca estuvo Nalco de anotarse un autogol que hizo rugir el primer «ui» de la grada. Rozando el primer cuarto de hora, Tsitaishvili dispuso de la primera ocasión, fácil para Yoel. Los Cármenes aplaudió el intento.
Pasado el minuto 20, el conjunto nazarí empezó a apretar en busca de abrir la lata. Sergio Ruiz robó un balón en campo contrario para plantear una jugosa ofensiva en la que nadie se atrevió a disparar. Posteriormente, el Granada empezó a sacar partido al balón parado. Yoel sacó a relucir su manopla para despejar a córner un cabezazo de Boyé. Justo en el siguiente saque de esquina, Lama, libre de marca, remató un centro de Tsitahsivili para abrir la lata. Cuatro minutos más tarde, Rubén Sánchez protagonizó una buena conducción (la zaga visitante también puso de su parte), metiéndose hasta la cocina y finalizando con un remate cruzado que dobló la ventaja a favor de los rojiblancos.
A pesar del favorable resultado y de que todos los factores sonríen a los nazaríes, más de uno se habrá acordado del partido contra el Zaragoza. Nada más comenzar la segunda parte, Boyé dispuso de un mano a mano que pudo suponer el 3-0, pero Yoel desvió el disparo. En clave nazarí, Reinier obtuvo la mala nota debido a su intrascendente actuación. Neva, la otra novedad del once titular, se mostró especialmente errático con balón (sobre todo en los centros), aunque cumplió en tareas defensivas ante las pocas ofensivas del Racing de Ferrol. Por su parte, el combinado visitante, exceptuando el inicio de partido, apenas puso oposición para frenar al Granada. Con balón, protagonizaron varios fallos incluso en pases de máxima facilidad para llevarse las manos a la cabeza.
En el minuto 55, los visitantes pudieron recortar distancias, pero Dorrio remató alto de cabeza. No obstante, a los andaluces les convenía cerrar el partido lo antes posible para evitar sustos. Ese pensamiento interno se desvaneció dos minutos más tarde para alegría de la grada local. Rondando el área, Boyé asistió a un Tsitahsivili que definió con la diestra para colocar el 3-0 en el electrónico. A partir de ese momento, el partido estuvo muy dominado por el Granada. Los nazaríes no tiraron la casa por la ventana para buscar una goleada, pero tenían el partido bajo control.
Pocas ocasiones más se generaron durante la segunda parte en un encuentro donde el Granada impuso su guion. Hongla intentó un disparo desde la frontal que no se marchó demasiado lejos. Por contraparte, Dorrio, en una nueva jugada, pudo volver a recortar distancias en un centro al segundo palo. Posteriormente, Jauregi se plantó ante la portería defendida por los andaluces. En ambas ocasiones, Mariño se mostró atento para evitar desgracias de volumen mayor. Mientras tanto, entraron al campo Rodelas y Villar en sustitución de Rebbach y Hongla. Posteriormente, accedió al verde Trigueros en lugar de Reinier, que se marchó escuchando algunos silbidos.
En la recta final, prosiguió el mismo guion de partido, sin males mayores. No obstante, Manu Lama, probablemente lastrado por los problemas físicos sufridos en la primera mitad, tuvo que tirarse al suelo y abandonar el terreno de juego. En su lugar entró al campo Oscar, mientras que Tsitahsivili (apercibido) también fue sustituido en la misma ventana de cambios. El hueco de la banda derecha lo ocupó Ricard Sánchez, que vuelve a vestir la elástica rojiblanca tras cumplir la sanción de dos partidos después de su expulsión en Huesca. El lateral fue muy pitado en su entrada al campo, aunque, para colmo, protagonizó posteriormente una gran jugada en línea de fondo que sorprendió a la grada, aunque su remate fue bloqueado por la zaga visitante. Con un final de partido muy tranquilo, el colegiado decretó la conclusión del partido, confirmando el regreso del Granada a la senda de la victoria.
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