14 julio, 2025

EL DIARIO DEPORTES

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Crónica del Granada 0-2 Eibar: los nazaríes frenan en seco y minimizan sus opciones de play-off

Boyé lucha un balón durante el encuentro contra el Eibar. / GRANADA CF

Los nazaríes contagian su versión fuera de casa a Los Cármenes y continúan fuera del top-6 a falta de tres jornadas

Frenazo en seco del Granada. Los nazaríes firman un pésimo encuentro en Los Cármenes ante el Eibar, su bestia negra en los últimos años. Los rojiblancos contagiaron su juego fuera de casa al barrio del Zaidín y se mantienen a tres puntos del top-6 a falta de tres jornadas. No obstante, impera entre el granadinismo un lógico pesimismo debido a la mala dinámica de su equipo. La escuadra andaluza minimiza sus opciones de un soñado ascenso que poco a poco se va alejando en el horizonte. Por otro lado, regresó a su hogar una leyenda como Antonio Puertas, ovacionado en varias ocasiones y protagonista del partido con dos asistencias.

Regresando al inicio del encuentro, no tardó Antonio Puertas en escuchar los primeros elogios por parte de la que fue su afición durante siete temporadas. Los Cármenes aplaudió su nombre cuando se recitaron las alineaciones iniciales y los cánticos no tardaron en aparecer durante el transcurso del juego. Por su parte, Escribá sí que escuchó unos tímidos pitidos cuando el speaker lo nombró tras nombrar el once inicial nazarí.

Durante la previa, existía la duda sobre si los nazaríes iban a saltar al campo con una 5-3-2 o una 4-4-2 en rombo. Esta última opción fue la elegida, con Trigueros enganchando en un sistema totalmente nuevo para el Granada esta temporada. Los nazaríes realizaron un buen comienzo de partido. No obstante, Boyé se mostró poco fino durante los primeros compases y desperdició un par de ocasiones. Los rojiblancos empezaron controlando el encuentro y frecuentando zona de peligro, aunque tan solo se trató de un espejismo. 

Durante los siguientes minutos, el Granada perdió la batuta (y se prolongó durante toda la primera mitad), lo cual se convirtió en el precedente de un cúmulo de imprecisiones por parte de ambos equipos. Los dos laterales, tanto Brau como Rubén Sánchez, se mostraron muy erráticos en líneas generales, lo que, sumándolo a los nulos desmarques del resto de jugadores, propició que los nazaríes carecieran de profundidad por las bandas. Por otro lado, el central armero Comas tuvo que abandonar el terreno de juego en un coche de rescate. 

Los rojiblancos tuvieron muchos problemas en la salida de balón, siendo incapaces de superar línea de presión alguna durante la amplia mayoría de la primera parte. La grada respondió con pitos que potenciaron los decibelios con el paso de los minutos. Los propios jugadores parecían ni tan siquiera entenderse entre ellos, conversando constantemente, pero la pasividad siguió gobernando el juego nazarí. La afición, visto lo visto sobre el verde, aplaudió a Abde Rebbach, Stoichkov y Rodelas cuando saltaron a calentar. Mientras tanto, el Eibar logró amenazar a la contra en la recta final, lo que puso la guinda al cabreo de la grada. Primera parte para el olvido. 

Escribá optó por realizar un triple cambio en el descanso. Sacó del campo a Hongla, Trigueros y Borja Bastón para dar entrada a Rodelas, Abde Rebbach y Stoichkov. Escribá dibujó un 4-2-3-1, con Rebbach ocupando la banda derecha ante la ausencia del sancionado Tsitaishvili. Tanto el descanso como los cambios sentaron muy bien a los rojiblancos de primeras, que hicieron click y salieron con otra cara en la segunda mitad, con mucha más fluidez. Loïc Williams probó un disparo lejano que se marchó fuera por poco. La grada aplaudió el intento. Poco más tarde, Rodelas botó un córner que cabeceó Stoichkov, obligando a una gran estirada de Magunagoitia. 

No obstante, cuando la hora de partido aterrizó en la ciudad de la Alhambra, el Eibar anotó un tanto que supuso un punto de inflexión en el encuentro. El gol de Corpas, tras previa asistencia de Puertas y aprovechando unos socavones en la zaga andaluza, sentó como un jarro de agua gélida a los nazaríes, que no supieron reaccionar al golpe. Siete minutos más tarde, el conjunto vasco aprovechó el noqueo para doblar la distancia. Gol de Guruzeta, con nueva asistencia de Puertas. Con el 0-2 en el electrónico, los jugadores bajaron los brazos y la grada perdió la fe en una hipotética remontada. La grada expresó su enfado con más fuerza que nunca. Los cánticos prácticamente unánimes de «fuera, fuera» y de «directiva dimisión» entraron en escena mientras algunos aficionados optaban por abandonar el estadio.

Ante la situación, el granadinismo tiró de relativa ironía aplaudiendo cada pase a Mariño y recitando los famosos «oés» ante el juego de su equipo. Con el partido mentalmente finiquitado, ambos banquillos movieron ficha. Por parte de los visitantes, abandonó el verde Puertas, ovacionado como pocos en Los Cármenes. Por otro lado, Escribá realizó un doble cambio. Rubén Sánchez y Sergio Ruiz, siendo pitados, se dirigieron al banquillo cediendo sus puestos a Siren Diao y el canterano Juanma. La recta final fue digna de un funeral. El juego, con ocasiones sin materializar para ambos bandos, pasó a un segundo plano. La derrota estaba pactada desde hacía varias decenas de minutos. Tras el pitido definitivo, Los Cármenes, medio vacío, dedicó una última e intensa pitada para el recuerdo sin dejar rastro de esperanza de cara a las últimas tres jornadas.