Los nazaríes no levantan cabeza y enlazan su cuarto encuentro consecutivo con reparto de puntos
El Plantío se ha convertido en el cuarto patio en el que el Granada ha vuelto a cosechar el mismo resultado. Los nazaríes han empatado (por cuarta ocasión consecutiva) a dos tantos ante un Burgos que, a su vez, ha perdido su racha de victorias, pero continúa sumando puntos. Los andaluces, tras una intensa semana propiciada por el cambio de entrenador, han completado un mes lleno de empates. Este último, con Fran Escribá debutando en el banquillo rojiblanco.
Primera parte
Hubo bastante igualdad durante los primeros 45 minutos del duelo. Por cómo se desarrolló, quizás demasiada para los amantes del entretenimiento. Empezó mandando el Burgos en los momentos iniciales con posesiones largas. Pasados cinco minutos, fueron los nazaríes quienes adoptaron ese rol ante un conjunto local bien plantado en defensa. Muchos momentos de control para ambos equipos, pero con una amenaza invisible.
Los pupilos de Escribá, partiendo de un orden atrás como base de juego, mostraron lentitud de movimiento de balón jugando en corto. En largo, las imprecisiones se hicieron eco. Por otro lado, el Burgos buscó con continuidad atacar las espaldas de los laterales con balones en profundidad. Apenas pisaron área ninguno de los dos equipos. Gonzalo Villar, en el descuento, firmó la primera ocasión del partido y el único tiro a puerta de la primera parte, sin complicación para Cárdenas.
Segunda parte
De nuevo, se reanudó el partido con el Burgos cargando con la iniciativa, pero con escasa llegada. Así, pasado el minuto 50, el Granada abrió la lata. La realización, probablemente, confundió a más de uno en la celebración tras enfocar a Uzuni. El albanés, en esta ocasión, asistió a Tsitaishvili, que batió el muro burgalés con el exterior de su zurda. Tuvo un leve momento de superioridad el Granada tras la diana, aunque el Burgos no tardó demasiado en igualar la media. A partir de este momento, el encuentro, de pronto, aceleró de 0 a 100 con un chasquido de dedos.
En el 72’, los de Bolo empataron el duelo. Lisandro López hizo valer la estrategia de su equipo ante una zaga nazarí que volvió a mostrar su talón de Aquiles en el balón parado. Contestó al momento el Granada con una buena jugada protagonizada por Manu Trigueros, que volvió a adelantar a su equipo. Para colmo, los nazaríes, por segunda vez, no aguantaron el resultado favorable. David González firmó una obra de arte con forma de volea. Poco pudo hacer Mariño, que se encontraba fuera de posición tras un despeje de puños.
En la recta final del partido, sendos combinados, con sus respectivas cartas, buscaron una victoria que pudo caer para cualquier lado. Los andaluces dispusieron de tres cabezazos dentro del área, dos de Uzuni y uno de Brau. Ninguno finalizó en el fondo de las mallas. El Burgos no se quedó lejos de empatar en una última (y algo rocambolesca) acción de partido. Mariño atajó sobre la línea de cal. Así, los tres pitidos finales sonaron en tierras castellanoleonesas. La figura de Fran Escribá se hizo notar futbolísticamente, aunque la conclusión llegó al mismo puerto que en las tres semanas anteriores.
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