El Almería desaprovecha una renta de tres goles en un encuentro que pudo perder

El Almería se deja dos puntos vitales ante el Granada en un duelo de altibajos que finalizó 3-3. Los rojiblancos saborearon una victoria en el Power Horse que no lograban desde el 23 de mayo cuando se impusieron al Real Mallorca, pero la mala fortuna continúa instalada en el club. El partido salió durante la primera parte conforme planteó Alberto Lasarte en rueda de prensa: no perder el encuentro en los primeros minutos, equilibrar el equipo y ganar al final, aunque fuese usando la renta de los primeros 45 minutos (3-0). Empate amargo para los almerienses, que sirve para mantener las malas sensaciones implantadas durante las primeras siete jornadas. El punto de inflexión pasaba por ganar en casa y desaprovecharon una oportunidad inmejorable, pudiendo incluso perder.

Empezaba el partido con un Granada más intenso tomando la iniciativa del duelo, mientras los almerienses, timoratos por miedo a encajar un tanto en los primeros minutos que les cambiase el guion de encuentro, arrancaron el duelo a verlas venir. El ataque nazarí estaba completamente volcado a la banda izquierda. Bryan Zaragoza puso en jaque a todo el sistema defensivo planteado de Lasarte hasta en varias ocasiones, pero sus remates y centros no encontraron premio.

Tras el primer asedio visitante, el Almería se equilibró, tal y como quería Alberto Lasarte. La posesión y la importancia de los extremos fueron el primer motivo que llevó al equipo de Paco López a recular por el atrevimiento de Puigmal y Leo Baptistao, quien envió el primer aviso al poste de André Ferreira. El brasileño, que estrenaba titularidad, recibió y no se lo pensó, estampando en el poste la primera oportunidad clara.

A partir de ahí, Largie Ramazani se convirtió en el desatascador del encuentro. El extremo belga puso en bandeja tres asistencias para que el ex granadinista Luis Suárez remachara con un hat trick en cinco minutos que calmase los ánimos justo antes del descanso. El primero, tras un pase filtrado que cruzó raso ante la salida de Ferreira; el segundo, tras una genialidad de Ramazani, que le sirvió en bandeja el gol, y el tercero, tras un pase largo y la mala salida del meta portugués, para que el cafetero lo driblase y empujase el esférico a placer. Tres goles de oro, a priori suficientes para intentar poner la primera victoria de la temporada, que al final desechó en los últimos minutos.

Suárez se reencuentra con el gol… y se fue lesionado

El Almería tuvo todo de cara en el duelo. Los goles, la posesión y la suerte. Luis Maximiano, quien ha empezado de forma discreta su etapa, atajó de forma magistral el penalti cometido por Idrissu Baba para evitar que el partido se agitase. Con los previos cambios de Sergio arribas y Embarba por los tocados Baptistao y Ramazani, el equipo se relajó y volvió a conceder otra pena máxima, que transformaría Bryan Zaragoza. El penalti, bastante dudoso, comienza fuera del terreno de juego con un agarrón de Arnau Puigmal al propio Bryan, quien se deja caer al volver a ingresar al verde.

La incertidumbre se apoderó de la grada del Juegos Mediterráneos con el segundo tanto del conjunto de Paco López. Con el equipo inmerso en un mar de dudas y con la posibilidad de echar por la borda el primer triunfo, Luis Suárez remató al aire una falta botada por Akieme. Pero eso no fue lo peor, el colombiano se retiró lesionado en camilla con gestos preocupantes y poniendo en peligro su participación en las próximas jornadas ligueras.

El jarro de agua fría final lo puso Myrto Uzuni en mano a mano. El albanés aprovechó una prolongación de Zaragoza para quedarse en mano a mano y superar por arriba a Maximiano. Nadie quiso el empate y el choque se adentró en un vendaval de ocasiones claras en la que la pelota no quiso entrar. El primero fue Arribas, con un remate lejano que acabó en el poste, dos minutos después Melero enviaba fuera un remate franco que acabó rozando el palo. El Granada también pudo consumar su remontada con el chut de Álvaro al palo en la última jornada. Combate nulo, reparto de puntos y la vida sigue igual para almerienses y nazaríes.